ENTREVISTA. LLUÍS CORRAL I DECANO DEL COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS DE BALEARS. "Poner ´peros´ a las viviendas protegidas es estar fuera de la realidad"

Diario de Mallorca
8, 9
3.1 Ord. Territori i M. Ambient
Illes Balears
Luis Antonio Corral Juan
15/01/2006

Critica que sólo haya un arquitecto en la mesa de contratación que decidirá sobre Can Domenge

El decano del Colegio de Arquitectos de Balears no escatima en calificativos a la hora de opinar sobre las cuestiones de actualidad y la arquitectura de las islas. Lluís Corral está convencido de que los arquitectos tienen la responsabilidad de opinar sobre los temas que les competen: urbanismo, diseño, territorio, medio ambiente. La decisión de recurrir el concurso convocado por el Consell de Mallorca para edificar en el solar de Can Domenge, en Palma, ha provocado una rápida reacción de los responsables de la institución insular y ha resucitado un viejo debate: el de las viviendas protegidas.


-¿Qué pueden aportar los arquitectos al proyecto de Can Domenge?

-El concurso está planteado con una finalidad: vender unos terrenos. Podríamos opinar si nos parece bien o no el precio pero ésa no es la función de nuestro colectivo. Mientras el tema se mantuvo ahí, no dijimos nada. Pero en un momento determinado se empezó a decir que lo que determinará la adjudicación es la calidad del proyecto arquitectónico. Entonces nosotros levantamos las cejas y miramos las bases. El desastre grande viene con el plazo y con el jurado. Dicen que es una mesa de contratación pero entre las personas que van a juzgar sólo hay un arquitecto y ni siquiera se aseguraba su participación. Si lo del precio era lo mismo y lo importante era la arquitectura, pues hablemos de arquitectura. Hemos decidido acudir a la vía judicial porque nos permite que el juez paralice el proyecto si ve que su ejecución puede provocar un mal mayor. Esa es la razón fundamental. Queríamos introducir racionalidad y en ello seguimos. Que sea la calidad del proyecto la que determine la adjudicación. No queremos entrar en el tema económico. Lo que no quiere decir que como ciudadanos no tengamos nuestra opinión sobre ello.


-Can Domenge ha dado pie a hablar de viviendas protegidas. ¿VPO es sinónimo de feo, de gueto?

-No. Las primeras viviendas que surgen entre los años 50 y 70 tienen la finalidad de: ´vamos a darles alojamiento pero que no molesten´. En Corea, por ejemplo, o en las viviendas de Verge de Lluc se crea un elemento diferenciado y cerrado respecto de su entorno. Por tanto, la imagen de gueto venía determinada por una serie de cuestiones en las que también los arquitectos han tenido su responsabilidad. Pero hoy paseas por Palma y no eres capaz de distinguir las viviendas protegidas. Incluso los controles de calidad a que obligan las VPO no se dan en las vivienda libres. Por tanto, poner peros a las viviendas de protección oficial es no estar en la realidad de hoy. Se habla mucho de VPO y se relaciona con una idea de marginalidad. No es así. El precio de la vivienda es tan elevado que hay un sector de la población muy importante que sólo puede acceder a la vivienda si es de protección.


-¿Hay que imponer un cupo de viviendas protegidas?

-Yo, en principio, soy reacio a la venta porque gran parte del problema de la vivienda viene de ahí. En España la gente antes de hacer un hijo hace una casa. Eso es una aberración que no existe en ningún otro país del mundo y uno de los grandes legados que nos dejó la dictadura. Se habla de VPO, de que el Gobierno central impondrá el 25% de VPO. Pero es que en Andalucía ya está así. En el País Vasco es el 60% o el 70% de las nuevas promociones y aquí la gente se escandaliza de que vaya a ser el 25%. El tema de la VPO es absolutamente necesario pero lo que las administraciones deberían hacer son viviendas de propiedad pública en régimen de alquiler.


-¿Falta una ley del suelo en Balears?

-No es que falte es que la necesitamos como el agua. El Govern anterior se quedó a las puertas. Hizo un esfuerzo importante pero por querer poner todos los puntos a las íes y se quedó sin íes. La última vez que pregunté me dijeron que la ley caminaba. El Gobierno central está ultimando una ley del suelo. Desde el Consejo superior de los Colegios de arquitectos estamos elaborando un documento que presentaremos al Ministerio a final de mes donde recogemos lo que debería contener la ley del suelo desde nuestro punto de vista. Por ejemplo, la ley habla de sostenibilidad. Nos parece magnífico, pero añadamos un cierto articulado donde se regule qué se entiende por sostenibilidad y en base a qué parámetros se tienen que guiar los planeamientos.


-Ahora se ha cumplido el primer año del Plan Territorial de Mallorca (PTM). ¿Está cumpliendo sus objetivos?

-Los planes territoriales eran una magnífica oportunidad para decir qué deseamos los mallorquines en el plazo de 15 años. Creo que esto es lo que debería contener el PTM y que contiene en parte. Me decían: ´es que a los arquitectos no os gusta el PTM´. No es verdad. Creo que tiene aspectos positivos, uno es ese marco legal de saber dónde estamos. Lo que no nos gustan son las lagunas. Hay aspectos, agujeros, atajos que permiten que se pueda salir de ese marco.


-¿Las Áreas de Reconversión Territorial (ART) son uno de esos atajos?

-Para mí las áreas de reconversión son el ´garbanzo negro´ del Plan Territorial. Ya he dicho que las ART no son tales sino excusas para urbanizar, y a pesar de que el conseller de Territorio dijo que no, creo que sus propias declaraciones al final confirmaron lo que yo decía. Las ART son una figura magnífica, extraordinariamente buena de las DOT que se podría haber aprovechado para esponjar. Pero claro, tendrían que haberse puesto a trabajar y, cumpliendo con las DOT, buscar el territorio medioambientalmente inocuo al que trasladar los aprovechamientos. Aquí lo que se ha hecho es lo contrario. Se ha buscado un terreno en el que colocar una urbanización, y luego se ha buscado una excusa para urbanizar. Yo como administración preferiría correr el riesgo de pagar una indemnización a decir ´por si acaso, te lo doy ahora´. Las ART habían creado expectativas.


-Otro de los instrumentos para esponjar era la elaboración de un catálogo de elementos impactantes. ¿Ha salido adelante?

-En la anterior legislatura firmamos un convenio con el Consell para elaborar un catálogo no de lo que hay que proteger, sino de los elementos impactantes a nivel territorial. Me pareció una idea extraordinaria. De hecho, los valencianos se entusiasmaron con la idea y creo que la han puesto en marcha. Ese convenio dio lugar a un prototipo que era cuestión de ponerlo en marcha con la valoración de las administraciones locales. Cuando se inició la nueva legislatura, hablamos con el conseller de Territorio que se comprometió a buscar los municipios. Pero no hemos vuelto a saber del asunto. Creemos que es una fórmula válida, no costosa, terriblemente oportuna y hoy un camino absolutamente necesario.


-Las infraestructuras viarias han trasladado la presión urbanística hacia la part forana. ¿Es un buen modelo de crecimiento?

-Las infraestructuras viarias provocan que la presión se traslade fuera de Palma. Una de las quejas al PTM es que se haya cambiado el modelo de carreteras, sin más. Las carreteras son como las arterias del cuerpo. Por tanto, si yo me he creado un planteamiento de isla, no le puedo solapar encima algo que no tiene nada que ver. El tipo de vía tiene una importancia relativa. Lo gravísimo, y a lo que nos opusimos, era la famosa autopista Inca-Manacor. No era empecinamiento, era sencillamente un tema territorial claro. Mallorca ha tenido cinco carreteras radiales con origen en Palma y los triángulos que quedan en medio siguen siendo la Mallorca magnífica que va a ver la gente. Si creamos este trazado, Costitx, Sineu, Lloret, Maria, etc, padecerían una presión devastadora. Ahora la presión se traslada adonde llegan las carreteras. Es el menor de los males. Lo malo es que se distorsionen pueblos que mantienen su imagen. Aquí el Consell hace una labor muy correcta cuando plantea la protección de los centros históricos de los pueblos porque esa protección se extiende también a su entorno.


-Palma también quiere crecer hacia el Secar de la Real, hacia Son Sardina. ¿Cómo tiene que hacerlo?

-Le plantearemos al Ministerio el tema de la participación y la transparencia. Toda la legislación sobre el suelo ha hablado de participación pero las administraciones la han convertido en un mal menor. Se saca a exposición pública en agosto y si alguien presenta una alegación se entiende como una puñalada. La participación no se ve como un fenómeno positivo sino como algo que hay que sufrir. Entender qué quiere la gente desde su nivel convierte la idea en participada y asumible por todos.


-¿Palma necesita una torre grande?

-¿La pregunta es rascacielos sí o rascacielos no? Creo que Palma puede sostener un edificio en altura pero tengamos presentes las tres patas de la sostenibilidad. Si colocamos un elemento que nos va a romper el skyline de la ciudad, desde el mar o la montaña, lo estamos haciendo mal. Rascacielo sí, pero no tiene que ir porque sí en el aparcamiento del Mallorca. No antepongamos los intereses económicos de alguien. ¿Cabe un edificio en altura en Palma? Por supuesto que sí, y más de uno, pero no en el lugar que le interese a alguien sino en el lugar que la ciudad entienda que debe estar.


-¿Se imagina el Moll Vell como otro Puerto Portals?

-Es un sitio privilegiado. Sabemos lo que no queremos que se haga: un polígono industrial. Transformar el Moll Vell en un lugar de ocio o en un club náutico... Bueno... Lo que no puede ser son contenedores ni barcos de pasajeros ni los astilleros. Una oferta de cesión a la ciudad es necesaria para resolver un tema que no han querido resolver. Y ahora con Antoni Maura y el Born se ha perdido otra oportunidad magnífica de convertir ese eje vital para la ciudad en algo característico. Lo único que han hecho ha sido embaldosarlo.



Junta de Govern del COAIB.